EXTRA: Apareció el fantasma del General

El Gobernador de San Luis Alberto Rodríguez Saá le dijo hace un tiempo a su hermano Adolfo que quería una agrupación que realmente los representara, Adolfo ofreció rápidamente su experiencia para trabajar en ello, reflejamos en exclusiva el diálogo de ese momento histórico:

Alberto: Sueño con una agrupación de gente de bien, pero muy convocante
Adolfo: ya está negro, tengo el nombre "Lealtad Peronista"
Alberto: la parte de "convocante" no la entendiste, si pido leales no llenamos ni una combi.
Adolfo: tarde piaste! mientras me hablabas mandé a imprimir los carteles.
Alberto: vos le tomás la leche al gato antes de que caiga en el plato, bueno ya está que quede Lealtad Peronista. Ahora que vamos a ser pocos al principio, podemos hacer una especie de casting, digo, los que quieran entrar que demuestren que tan leales son.
Adolfo: buenísimo como una peli que vi una vez sobre una cofradía universitaria, con un ritual de ingreso, podemos desnudarlos y que corran sobre el fuego 5 minutos, si aguantan son leales.
Alberto: te fuiste al carajo
Adolfo: perdón.
Alberto: tengo una idea mejor, hacemos un par de reuniones y algunos seminarios donde explicamos que es la lealtad, que el que pierde acompaña, que hacemos internas abiertas siempre y todas esas cosas que suenan bien y son impracticables.
Adolfo: ¿y después?
Alberto: cuando ya estén todos los traidores de siempre bien entusiasmados los llamamos a una REUNIÓN CLAVE, nosotros nos quedamos adentro y mientras van llegando los paran en la puerta y les dicen que para pertenecer a Lealtad Peronista tienen que firmar un formulario que renuncian a sus cargos y que no se presentarán a las próximas internas. de lo contrario no entran a la reunión.
Adolfo ¿y con eso que ganamos?
Alberto: clarísimo, el que firma es porque es leal al peronismo y el que no, es un traidor que solo está acá por dinero o poder.
Adolfo: ajá...¿y si no firma nadie?
Alberto: No seas mal pensado, todavía queda gente leal.


(La foto de arriba fue tomada el día de la REUNIÓN CLAVE, a la que asistieron solamente los hermanos Rodriguez Saá y el fantasma de Perón que pasó a saludar y a cagarse de risa con Adolfo del inocente de Alberto, que con gran sentido del humor rió también y les dijo: "váyanse a cagar los dos")